Las Niñas de Auschwitz Inauguración 8.12.22 a las 19h30

 

Sordidez

 

SOBRE SORDIDEZ  

Artículo por Fernando Fiestas 

(En WilkoArt Gallery desde el 6 de octubre al 3 de noviembre) 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“La Peste” Obra de Wilko von Prittwitz 

 

Comienza la nueva temporada de exposiciones en la zona “Artwalk”

“La Peste” Obra de Wilko von Prittwitz 

Comienza la nueva temporada de exposiciones en la zona

(paseo del arte) con la propuesta en WilkoArt Gallery de una colectiva de reflexión sobre la difícil situación actual por parte de varios artistas escogidos para la ocasión. Unos optan por el grito desgarrador que remueva conciencias, otros emplean la ironía, otros prefieren seguir en su tónica vigilante de asomar de vez en cuando la cabeza a través de las cortinas, otros apuestan por retomar la magia de los cultos. Temperamentos,  posturas diferentes, expresiones de todos estos artistas con los que cuenta esta interesante exposición.  

Los formatos, técnicas, procedimientos, estilos son absolutamente dispares pero el rasgo común que los une es indiscernible. Desde el trompe l’oeil más preciso de quienes prefieren seguir conteniéndose hasta el brochazo más implacable, acaso desde el corazón dolorido sin manos por medio. El espacio físico se deviene en espacio emocional y a la vez, ilustrativo.  

Laura Huertas nos sorprende con una fotografía cuyo título se encuentra íntimamente ligado a la imagen. Una connotación más que directa, yendo al meollo del tema: “Palo pinchado en una mierda”, fiel a la expresión popular que resume todo un malestar consigo mismo. Nuestro malestar con el momento, sobre cómo nos sentimos nosotros. Del yo creador al colectivo en su transición directa, sin talegos ni pausas.  

A continuación, la sala con las demás obras. En primer lugar, los trabajos de Wilko von Prittwitz, como el que ilustra el encabezado, fieles muestras de su estilo característico. Junto a la entrada, nueve paneles casi monocromos dedicados a hombres uniformados titulado “9 muertos”, antepasados del autor, tributo a la saga de los Prittwitz und Gaffron, quienes de una forma u otra participaron y fallecieron en la Primera Guerra Mundial. Y en medio de este gran cuadrado, el más joven de todos, abatido mortalmente nada más llegar al frente. Un mensaje desgarrador y emotivo frente al temor de una nueva gran guerra. En el otro extremo de la sala, junto al escaparate, las tres obras restantes: su desgarradora “Premonición” relacionada con una dura experiencia personal; la espectacular instalación “Sordideces” donde señala un culpable directo de la sórdida situación actual por encima de un laberinto de denuncias en lenguaje claro y contundente; y por último, “La Peste”, sobre otra de las grandes amenazas posibles.  

Mar Amador presenta cuatro obras que se pueden interpretar como metáforas del temor a las metamorfosis, en ellas unos caballos de mar toman forma de dragones y de espirales de crecimiento, como si su extensión amenazara con ser interminable. A pesar del pequeño formato, de la sencillez del planteamiento y la sobriedad del mensaje con el uso de la plumilla y la tinta china, su presencia es potente, difícil de olvidar.  

Miguel de Unamuno profundiza en ese temor a la metamorfosis y crea una serie de metáforas sobre el desconcierto colectivo, con una forma monstruosa como fusión de múltiples cabezas que gritan, algún paso en falso y disparidades en un caos que sólo un artista como él puede ordenar. Obra única sobre papel, con técnica mixta y collage. Como siempre, obra para la profunda reflexión.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Funámbulo Art,

por su p

arte, muestra dos fotografías manipuladas de rocas junto al mar y desafía a nuestra capacidad selectiva de mirar las cosas. Para ver todo lo que hay en esas imágenes ambiguas, nos invita a una exégesis de la misma en un folleto. Así somos partícipes de una fenomenología moiré porque cada imagen requiere de una distancia concreta para identificarla, unas se ven al estar alejados y otras aparecen al acercarse. Como buscaba hacer Dalí con bastantes de sus cuadros, pero a diferencia del maestro ampurdanés, sin orden y concierto, porque el caos y la confusión acechan amenazantes.  

 

 

 

 

 

 

 

Enfrente, están los tres cuadros de formato cuadrado, pequeños y sencillos, sobre pájaros muertos de Carlos Sanz. El título subraya la ironía del contexto: “Un mal día”. Consiste en el recordatorio de la fragilidad de la vida, en lo efímero de lo bello y de lo inocente.  

Junto a sus obras, dos cuadros míos, totalmente pintados e intentando simular collages. He querido recordar la sordidez por medio de las imágenes rotas y con colores oscuros. Con aparente falta de conexión entre esas imágenes en papeles rotos y pintados. Un intento de trampantojo por mi parte.  

@ Max Art presenta el polo opuesto y con gestos automatistas y a la vez controlados, entre potentes colores chillones, nos recuerda el absurdo existencial. En realidad, su obra son dos, un pequeño tablero con marco añadido y una pequeña escultura reivindicando la bota negra que aplasta los sueños e ilusiones colectivos. El alfabeto sobre el marco se deviene en símbolos del dinero que corrompe las acciones originales de la humanidad, de la comunicación a la corrupción. Por otra parte, emplea también alegorías, como el embudo que abarca a figuras humanas esquematizadas y amenaza con engullirlas en su picadora interior. Tenemos como muestra esta obra. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luisa Torregosa, por su parte, expone dos fotografías con ella misma como protagonista en su desnudez. Pero sus desnudos carecen de pretensión erótica. Pretende recordar la debilidad del cuerpo humano, la inseguridad de la presencia femenina ante la hostilidad de la vida, figuras sucias, temerosas, asustadas que recurren a la limpieza urgente en la ducha, no sólo para la limpieza corporal sino también para la purificación espiritual.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Helena 10 es artista figurativa que vive de desafiar al vértigo desde su caminata sobre un fino alambre. Sus obras amenazan audacia, desafíos técnicos que cualquier otro rehuiría. Artista que gusta coger al toro de los cuernos, presenta figuras femeninas contorneadas, y el dorado que las encumbra y envuelve es dorado hostil, como esa huida de Sodoma y Gomorra que parece insinuar un retorno a las estatuas pompeyanas.   

@ Desmejorada recurre a la ironía, al juego de palabras y al fino humor, sigue la línea de Joan Brossa, de Chema Madoz, con sus montajes penetrantes para la conciencia del espectador. Toma para sí la capacidad de seducir del slogan y lenguaje publicitario para subrayar su propia protesta ante la situación actual. La expresividad puede casar perfectamente con el trabajo bien hecho. Así lo ha demostrado una vez más.  

Y el espacio de la interactuación entre las voces, entre los gritos. Por la lucha por recuperar la luz, sin perder fe en ella, dados estos artistas tan llenos de luz propia, de autenticidad interior, del bello deseo de describir la vida cada uno a su manera y con sus perfiles recortados sobre el cuño de sus ideas.  

 

No solían mirarse sin que hubiesen  

compartido monedas y dolores, 

cada uno con su historia, 

eran,  

son los artistas del incienso, 

acaso incendio en ristre por ser siempre comunes,  

hijos del malestar, herederos del mito, 

de parecerse a quienes desearon 

para que se les oiga, 

para que nadie niegue sus asombros. 

 

© Fernando Fiestas